Saxofón
El saxofón, aunque está hecho de metal, pertenece a la familia del viento-madera porque tiene una embocadura de caña sencilla, que va sujeta a la boquilla a través de una abrazadera, muy parecida a la embocadura del clarinete.
Para poder hacer diferentes notas, hay que apretar les llaves metálicas con los dedos.
El saxofón no es un instrumento típico de las orquestas clásicas, pero lo podemos oír habitualmente en las bandas y grupos de jazz. Existen distintas medidas de saxofones pero los más habituales son: el saxo soprano, el saxo alto, el saxo tenor y el saxo barítono.
Cada tipo de instrumento cubre un rango fundamental de aproximadamente dos y una octava y media: el bajo de La bemol 1 al Re b4; el barítono de Re b 2 al La b 4; el tenor de La b2 a Mi b5, el alto de Re bemol a La b5; y el soprano de La bemol 3 al Mi b6.
.Una investigación reciente asegura que tocar un instrumento de viento y la práctica musical en general hace que el cuerpo bombee más sangre y oxigena el sistema nervioso mejorando los órganos. Además:
- Con su práctica, el músico, aprende a organizarse mejor en la vida y a ser perseverante. Además, mejora las habilidades dentro del grupo y ayuda a cooperar con los demás.
- Agudiza la concentración y ayuda a mantener el ritmo y duración de las notas.
- Además, es beneficioso para el tratamiento del asma (algunos expertos en esta enfermedad opinan lo contrario). Sin embargo, según una noticia aparecida en la prensa recientemente, Ryan Harrisón un niño inglés de 9 años, que padecía esta enfermedad, tocando un instrumento de viento la superó en muy poco tiempo. Asimismo, Elise Hall, superó un problema de oído tras aconsejarle su médico que estudiara un instrumento de viento (Saxofón).
